ENFERMEDAD DE PARKINSON

    La enfermedad de Parkinson es un trastorno degenerativo del sistema nervioso central que pertenece a un grupo de afecciones conocidas como trastornos del movimiento. Es a la vez crónica, es decir, que persiste durante un extenso período de tiempo, y progresiva, lo que significa que sus síntomas empeoran con el tiempo. A medida que las células nerviosas (neuronas) en partes del cerebro se deterioran o mueren, se puede empezar a notar problemas con el movimiento, temblores, rigidez en las extremidades o en el tronco, o problemas de equilibrio. Al volverse estos síntomas más pronunciados, las personas pueden tener dificultad para caminar, hablar o completar otras tareas sencillas. Si se tiene uno o más de estos síntomas, no necesariamente quiere decir que se tiene la enfermedad de Parkinson, ya que los síntomas aparecen también en otras enfermedades.

    La rehabilitación puede ayudar a las personas con Parkinson a mejorar su movilidad y flexibilidad. Algunos médicos recetan fisioterapia o ejercicios de fortalecimiento muscular para tonificar los músculos y para someter a los músculos rígidos y poco usados a un rango completo de movimiento. La rehabilitación y los ejercicios pueden mejorar la fuerza del cuerpo para que la persona esté menos discapacitada. Mejorar el equilibrio, minimizar los problemas de la marcha y fortalecer ciertos músculos para que puedan hablar y tragar mejor. La rehabilitación puede mejorar el bienestar emocional y la actividad física, como caminar, trabajar en el jardín, nadar, hacer ejercicios de calistenia y usar las máquinas de ejercicio, puede tener beneficios adicionales.